lunes, 21 de noviembre de 2016

Entrega TP final - [A}1]23(C{4)]

Consigna:

Realizar un collage audiovisual utilizando un criterio temático, estético rítmico para cada composición en pantalla.

 [A}1]23(C{4)]





jueves, 10 de noviembre de 2016

Proceso TP final

En este trabajo nos encontramos ante la inmensidad de tener que construir nuestra propia consigna, lo problemática que puede ser la libertad. De pronto entre clases surgía la idea de que cada uno se proponga cosas muy especificas en cuanto a lo formal, o por otro lado en la comisión surgió la propuesto de partir desde la idea hasta la anécdota; y de la misma encontrar algún sustantivo que concentre todo aquello que se trataba la idea, parecería todo un embrollo pero varios grupos se sintieron mas cercanos a lo que deseaban exponer, ese no fue nuestro caso.
A partir de la observación de aquello que pudimos vivenciar en el viaje, nos planteamos lo problemático del tiempo. Nos habíamos encontrado en un pueblo detenido, lleno de gente que como en palabras de Delfi " la re quedo". ¿Como expresar el tiempo?
En mi experiencia personal he llegado a acostumbrarme vagamente a vivir en una gran ciudad y a entender sus ritmos, sus tiempos, la idiosincrasia de la misma, incluso de alguna forma al punto de identificarme en esos valores. Al entrar en contacto con el pueblo de Lima sentí la diferencia de estar en un lugar extraño, distinto y a la vez familiar. Sentí que la idea de pueblo es un estado de inocencia, anterior al de la ciudad pero que existe sin plantearse la idea de subir esos escalones hasta alcanzar el status de ciudad. Entonces...¿Como se plantea el tiempo en un pueblo?
En la ciudad el tiempo se desvanece corremos a todos lados sin saber bien porque y eso es todo el tiempo, que sucede en un ambiente que no sucede aquello, donde los habitantes parecieran haber terminado la carrera contra el tiempo y viven sin tratar de ganarle, pensar en cosas pequeñas como esperar la novela, salir a tomar mate en la calle o cosas así, la medida del tiempo en el pueblo es la medida de las cosas que suceden o que ellos creen que suceden aunque para otro punto de vista no haya sucedido nada.


lunes, 17 de octubre de 2016

El viaje I

En un primer momento estaba muy emocionada de poder viajar, a veces al no haberme criado en una ciudad tan grande pesa a alguien que no es de acá y le termina por asfixiar, normalmente no cuento con el dinero para pegarme escapadas así que si la cátedra lo requiere, se justifica y se disfruta. La idea de viajar sumado a que iba con alguien que ya conozco hace tiempo me resultaba emocionante, el grupo quedo entre Delfina Gavalda y yo; la ciudad que elegimos fue la localidad de Lima, tan rara y ambigua como resulta su nombre, fue justamente por eso que la elegimos.
A todos aquellos compañeros y amigos que adelantábamos donde íbamos, no sabían de ese lugar, luego les contaba que en ella se situaba una planta industrial y pensaban en mutantes y cosas así.
La realidad fue que no quise saber ni averiguar mucho mas que en como llegar allí, no quería perderme la posibilidad de tener ese golpe de primera impresión, y... me quede esperándola.
Fui feliz al ver tantos arboles, tantas casas, tantas personas tranquilas quizás por el feriado o no pero todas sin mucho que hacer me recordó mucho a un domingo cualquiera en la ciudad de la que vengo (Luque, Paraguay), es raro como todo aquello que justamente me molestaba en un punto de lo cotidiano de mi país, luego se torna aquello en que uno mas añora cuando se siente empapado de nostalgia.
Fuimos avanzada la tarde y con planes de pasar la noche allí así que buscamos un hospedaje en el cual dejar algunas cosas mientras caminábamos por el pueblo. Nos adentramos unas cuadras y el camino empezó a ser de tierra. Aunque en lugares distintos yo me crié en lugares muy similares a Lima, casas donde el protagonismo lo tiene algún árbol en particular que parecería ser el atractivo principal de la casa o demostrar que no importa si la casa es precaria mientras puedas compensar con un jardín muy muy cuidado, mi abuela diria "no por ser pobre te da derecho a ser puerco" (nde mboriahuro jepe nde róga ipotiva'era)
 En un momento dado nos encontramos con un árbol de níspero, y a mi Lau (*coincidencia de que ambas acompañantes de viaje se llamaban igual) y a mi nos brillaron los ojos, conocíamos la fruta, pero nuestras compañeras, no. Ese mismo árbol tenia la casa donde viví a los 4 años, en Ciudad del Este, ni siquiera se bien donde estaba situado ese árbol en aquel entonces, ni tengo una foto de aquella casa, pero si recuerdo la fruta y el sabor de la misma, recogimos un par con el consentimiento del dueño de casa y comí el fruto sin pensarlo, era parecido aun le faltaba madurar mas pero me alegro mucho poder tener esa experiencia. Quizás es lo que mas rescato del viaje es esa sensación, de que Lima parecería ser entre esas calles, un pueblo detenido en el tiempo, donde la gente cortaba el pasto, regaba las plantas o la calle para que no se levante tanto el polvo, donde quedaban terrenos baldíos, donde los chicos salen a andar en bicicleta al atardecer. Me recordó a un montón de cosas que alguna vez hice o que hacíamos con mi familia.
Como de cada cosa positiva se puede extraer algo negativo, seria que por la misma razón respiraba como una mala energía del lugar, era muy extraño, quizás todos los ciudadanos se dedicaron a descansar en el feriado. Todo un poco abandonado.
Lima reclama autonomía, no quiere seguir perteneciendo al municipio de Zarate, quiere rebelarse ante tanta maquinaria en un pueblo olvidado, una planta industrial que en realidad no representa mucho para la gente del pueblo aparentemente, no sabemos bien a que se dedica la gente del lugar pero según lo que nos contaron las personas que trabajan en la planta provienen de otros lados. Lo que me queda de este primer acercamiento es eso, la industria irrumpiendo de repente en una tierra que por los jardines y el cementerio incluso, parece tan fértil que tranquilamente podría llenarse de viveros y mas cultivos de maíz















Algunas fotos por Zarate y Lima